La energía que proporciona la luz ultravioleta (UV) se utiliza en múltiples aplicaciones desde tiempos muy antiguos, tanto en la naturaleza como en la industria, en la sanidad, etc. Esa energía permite romper moléculas y destruir los microorganismos patógenos presentes en el agua.
Desde hace 20 años la luz UV se emplea como fuente natural de desinfección y eliminación de cloro combinado en el tratamiento de aguas.
La tecnología UV de media presión es la que ofrece estas características. En el gráfico inferior se puede observar las longitudes de onda con efecto desinfectante así como de eliminación de cualquier tipo de cloraminas.